ASEMPUR | Entrevista a Ginés Delgado
El tejido empresarial sanitario privado de Córdoba es potente y se ha mantenido vivo gracias al empuje y vocación de quienes lo forman, a pesar de que es muy difícil sobrevivir en un sector no regulado, y con una posición de poder por parte de las compañías de seguros que hace imposible la negociación de unos baremos dignos, unos contratos que den seguridad a las partes y un nomenclator de actos médicos que sea fidedigno a la necesidad científica y asistencial del momento.
¿Podría contarnos un poco sobre ASEMPUR y sus objetivos?
Asempur nace como una iniciativa de corporativismo profesional y empresarial de centros y clínicas de medicina privada de Córdoba, capital y provincia. Hace más de 30 años de su fundación en el seno de la confederación de empresarios de Córdoba, CECO. Su misión: velar por los intereses de las clínicas que la conforman y definirse, como así ha sido, como el interlocutor válido de la SANIDAD PRIVADA EN CÓRDOBA, a nivel administrativo, laboral y profesional.
¿Cuántos centros están representados?
18 entidades de medicina privada: desde clínicas a centros médicos de primaria y especialidades, centros radiológicos y de alta resolución a hospitales como Arruzafa, Cruz Roja o Quirón.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las empresas de servicios médicos en la actualidad?
Denunciar las condiciones laborales que sufre el colectivo profesional que trabaja en la medicina privada y que consideramos ponen en riesgo la calidad en la prestación asistencial en el ámbito del aseguramiento médico privado incluyendo a los ciudadanos acogidos al modelo MUFACE.
En general, a los médicos y clínicas que trabajan para las aseguradoras privadas no se les ofrece ninguna fórmula contractual que dé soporte a su actividad profesional; son incluidos sin más en el cuadro médico que la aseguradora oferta a sus asegurados y en el momento en que lo consideran conveniente para sus intereses económicos, los “sacan” del cuadro simplemente con un mero aviso, sin justificación expresa alguna.
Las tarifas por acto médico con las que retribuye a los médicos son poco menos que ridículas y obligan a éstos a un número elevado de consultas por jornada para que resulte mínimamente rentable su actividad profesional privada. Este hecho dificulta en gran medida la calidad asistencial y la necesaria cercanía en la atención al paciente.
Dichas tarifas no son negociables en virtud de la libertad de mercado y las organizaciones profesionales como LOS COLEGIOS PROFESIONALES no pueden, por ello, defender a sus colegiados y a los pacientes exigiendo unas condiciones dignas de trabajo y una retribución acorde al conocimiento y a la responsabilidad de los actos médicos.
El modelo asistencial que estas compañías desarrollan carece además de la necesaria integración y se desenvuelve, con cierta frecuencia, en prestaciones fragmentadas que dificultan una atención sanitaria eficiente y de calidad.
Observamos también que en los últimos años la competencia entre las diversas aseguradoras médicas privadas está llevando a una guerra de precios a la baja en sus ofertas de aseguramiento a los ciudadanos, cuya publicidad nos parece temeraria y, como poco, sesgada. Estas ofertas de “mínimos” son posibles sólo si están basadas en las inaceptables condiciones laborales y retributivas para con los profesionales sanitarios que arriba hemos indicado.
Por todo ello nos vemos obligados a denunciar públicamente este serio problema, que precisa un urgente proceso de cambio, en el que iremos de la mano con los Colegios Médicos de Andalucía, que desde ya están dispuestos a colaborar en estas denuncias y protestas.
¿En qué estado se encuentra la negociación con las compañías aseguradoras?
No existe esa negociación a día de hoy. Tras años de protestas y reivindicación se ha conseguido plantear en Sevilla una reunión entre los 8 colegios profesionales y los representantes de las compañías, arbitrada esa reunión por el viceconsejero de salud. Es hasta esa reunión que Asempur y el C.O. de médicos de Córdoba, no hemos propuesto medidas de presión, hasta ver “qué sale de esa reunión”. Si la misma no es satisfactoria se iniciará una hoja de ruta de CONCIENCIACIÓN, PROTESTAS, MOVILIZACIONES Y PAROS de forma orquestada.
¿Qué medidas ha tomado ASEMPUR para ayudar a las empresas miembros a enfrentar la pandemia COVID-19?
Fuimos la primera entidad sanitaria en conseguir test de anticuerpos y antígenos vía una central de compras entre todas nuestras clínicas.
Elaboramos material médico de protección en contacto con industriales del sector de la tapicería de Villa del Río: mascarillas, batas, gorros, patucos… y los servimos de forma gratuita a hospitales, clínicas, residencias, laboratorios, ópticas, etcétera, tanto públicos como privados.
Asempur se puso a disposición de los poderes públicos para compartir y donar tanto material, aparataje como recursos humanos y técnicos, para vencer esta pandemia.
¿Cómo colabora ASEMPUR con otras organizaciones y entidades para mejorar la atención médica en Córdoba?
Córdoba tiene uno de los tejidos sanitarios, tanto públicos como privados, mejores de nuestro país. La sanidad privada, ASEMPUR en Córdoba, atiende a todos los mutualistas funcionarios del estado, MUFACE, ISFAS, MUGEJU, y concierta con la sanidad pública altas tecnologías, tanto de diagnóstico como de tratamientos: cirugía fundamentalmente.
¿Qué metas tiene ASEMPUR para el futuro y cómo planea alcanzarlas?
Dignificar el acto médico en todas sus vertientes: debe haber una relación contractual legal y revisable entre las dos partes a saber: médico/a o entidad realizadora y compañía; debe haber unos honorarios dignos, pactados y revisables; debe haber un NOMENCLÁTOR/CATÁLOGO de actos médicos realizado por las sociedades profesionales médicas y no por los tecnócratas de las compañías; debe haber un libro blanco de buenas prácticas para ambas partes, donde debe primar la ética y la deontología médica, y no el afán mercantilista y economicista que ahora exhiben las compañías.
¿Qué opinión tiene sobre el sistema sanitario en Córdoba actualmente?
Solo existe una SANIDAD: la que las entidades, tanto públicas como privadas, ofrecen a sus ciudadanos. La sanidad pública no es gratuita como se airea frecuentemente, la financiamos vía impuestos, y es obligación de los poderes públicos mantenerla y hacerla sostenible; la sanidad privada es elegible por parte del ciudadano, pero además es una opción de CONCIERTO para mejorar listas de espera, para dar cercanía en la prestación del servicio, por tanto calidad en el mismo.
La sanidad privada está en crisis para aquellos que prestamos el servicio porque las compañías dejaron de financiarla correctamente hace ya más de treinta años: con unos baremos obsoletos, sin subir el IPC en esos treinta años…
En cambio, para las compañías está en auge, ya que un ciudadano desencantado de la atención pública se refugia en una póliza de mala calidad, barata, expedida por las compañías a costa del sufrimiento de los profesionales, de los médicos y de las entidades que conformamos la sanidad privada de este país.